Dia 5 de junio


Durante la mañana continuamos con el trabajo capitular de la revisión de textos, con añadiduras y correcciones. Un trabajo cansador, con poca variedad, pero como se dijo, necesario para aclarar una serie de nuevas situaciones a nivel congregacional.

Por la tarde, en cambio, se volvió al trabajo de grupos lingüísticos para analizar el trabajo de síntesis de todos los aportes y trabajos de las dos semanas anteriores. Ciertamente fue un trabajo duro pero bien hecho el de la comisión de síntesis... pero llega el momento crucial del Capítulo, o sea, llegar a un síntesis de las ideas importantes, a nivel teológico-espiritual y concretar las opciones y prioridades que encaminen el trabajo de la próxima Administración general. Es aquí lo nuestro, típicamente nuestro, como capitulares.

No es un trabajo fácil, sin embargo es necesario; hay que seguir sintetizando, preguntándonos: ¿qué queremos de la Congregación hoy y en los próximos años? El fin de semana nos ayudará a pensar un poco más sobre este punto.

Terminamos la jornada, hoy, primer viernes del mes de junio, con un Via Lucis, hecho en el parque, viviendo la alegría y la esperanza de la Resurrección de Cristo, centro de la Historia, de la Iglesia y de nuestra vida. En el espíritu del P. Dehon, estamos llamados a anunciar este misterio a los hombres y mujeres de hoy.

Domingo 24 – Lunes 25

El domingo hemos vivido una jornada intensa, de “calor” y de fervor. Durante la celebración eucarística, presidida por el obispo jesuita Mons. Luis Ladaria, y con la presencia de muchos concelebrantes dehonianos y otros invitados, así como familiares, recibió el orden del Diaconado nuestro querido hermano Pedro Iglesias Curto, de la provincia española. Una celebración simple y emotiva. Acompañamos a Pedro con nuestra amistad y afecto fraterno y le auguramos una experiencia fecunda de diaconado, al servicio de los hermanos más pobres. Así mismo hemos rezado por las vocaciones, en especial de la provincia española.

El lunes fue día de Retiro espiritual de los capitulares. Nos guió la hermana María Ko, religiosa salesiana de la China. Muy dulcemente, con la típica sonrisa oriental, nos fue explicando y desarrollando el lema paulino del Capítulo y los tres aspectos: impulsados por el amor de Cristo, en la vida fraterna, podemos realmente entregarnos a la misión. Varias intuiciones y sugerencias interesantes nos ha dado la hermana María, en especial hay que destacar la insistencia sobre el Dios-Amor, nuestra experiencia de Amor hacia dentro, de nosotros, de la Comunidad y hacia fuera. El modelo es Pablo, el apóstol enamorado de Cristo y apasionado de su Evangelio. Este amor al Resucitado será la fuerza interior que le hará soportar todo con fidelidad y valentía.

Apertura del XXII Capitolo Generale